De este mundo en el que no sabemos estar...



¿Qué se puede esperar de un mundo de ruindades y desgracias en el que el sueño de todo ser es volver al pasado infantil del cuál se vio forzado a salir? Tal vez esperemos que tras la vida nos espere una interminable infancia en la que desconectar de todo aquello que mermó nuestra felicidad o que en muchos casos la arrancó de raíz en nuestras narices.
Podemos esperar también a llegar al prometido paraíso, del cuál corroboro su inexistencia por sus bases alejadas de lo racional, o el esperar que con nuestra muerte la vida pasada sea solo eso, pasada, pero sin duda alguna creo que la razón a la que debemos nuestra existencia no es más que el simple hecho de probar las posibilidades a las que somos expuestos y con ello tener la libertad de equivocarnos innumerablemente sin miedo a que ello nos pase factura. Con esto no mas decir que vivir para no equivocarse es vivir sin saber vivir.


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