Desequilibrado


¿Cómo sabemos si sabemos algo que nadie sabe? ¿Cómo podemos comprobar, sin preguntar a nadie, que no estamos equivocados? Que alguien me explique cómo debo hacerlo, porque debe existir ese procedimiento. Es algo necesario para nuestra especie. A todo el mundo le gusta saber algo que nadie más sabe, pero no se está seguro de serlo sin preguntar a los demás. Pero no podemos hacerlo, porque los muy desgraciados siempre acaban dándote la respuesta que no quieres escuchar y se va al traste tu felicidad. Sabes que miente, pero da igual, porque tampoco puedes demostrarlo, y es eso lo que más duele. Quiero, deseo, ansío, anhelo, aspiro, ambiciono, pretendo saber el método como si de la piedra filosofal se tratase y lo quiero aquí y ahora. Me convertí en un hombre ambicioso e impaciente debido a mi necesidad de demostrarlo todo, pese a este sentimiento de lástima que me inunda por mi necesidad de ampliar mi propia sabiduría con la de los demás, ya que este psicoanálisis es mi único proyecto en la actualidad y no querría mezclar a nadie en él por el mero hecho de negarme a contaminar mis resultados con opiniones subjetivas e impías hacia mi propio pensamiento. No quiero decir que yo cuente con un punto de vista objetivo sobre el tema, pero tan solo quiero mi punto de vista. Llamadme ególatra o egocéntrico que de igual modo seguiré mi camino apartado de las miradas críticas que ínfimamente pueda hacerme abandonar. Así que olvidad todo lo dicho y pensad que mi comportamiento solo es el propio de un desequilibrado o un paria del tres al cuarto que no encaja en vuestro despreocupado mundo. Sentiré pena por vosotros, no la sintáis por mí.

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