Conversaciones intrascendentes





-¿Cómo se llama esa sensación?... ¿Esa sensación que tengo cuando sé que a mi alrededor tengo todo lo que necesito pero no consigo hacerlo mío?

-No sé. Supongo que tiene un nombre, alguno que con simplicidad puede explicar lo que me describes, pero en este momento no sé ponérselo.

- Creo que es simple, sí. O tal vez se trate de alguna sensación desconocida para el resto de la humanidad y que solo yo llego a sentir...

-No pienses eso, nunca sabrás que es lo que sienten los demás si solo te tienes en cuenta a ti mismo y para colmo sacas a relucir el suficiente ego para creer que alguna divinidad se honra en crear una sensación en exclusiva para ti...No seas así.

-A veces me gusta pensar que soy especial, no veo nada malo en ello, todo el mundo necesita sentirse así. Es vital.

-Vital o no, no estás en condiciones de ser tan egoísta, no todo puede ser "Tú" y solamente "Tú".

-Déjate de gauchadas y céntrate en mi pregunta. Solo te di tema de conversación porque tenía una duda. Así que si ni tú ni yo la saciamos y para colmo piensas seguir dándome a entender que sólo soy uno más de los seis mil millones de personas que habitamos este planeta para hacerme sentir insignificante, no estoy dispuesto a escucharte.

-Pronto será el día de los enamorados.

-¿Lo dices para cambiar de tema o para acabar de hundirme?

-Me parece que la palabra que buscabas es angustia. Y me temo que tengo que decirte que no eres solo tú quien la siente. ¡Uis! Parece que estabas en lo cierto sobre mi intención de hundirte…
¿Nunca pensaste en tu vida como una gran competición en la que un ser superior te pone a prueba y tiene como objetivo el destruirte? Persiguiendo la victoria en esta competición podrías encontrar tu meta y con ello un objetivo que seguir adelante y superar este reto que te han impuesto por el mero hecho de existir. A nadie pediste esa existencia, pero ya que ha de ser vivida, tu mejor opción es ganar. Todo empieza ahora, ánimo y no vuelvas a perderte aquí. No me gusta ver seres desgraciados que me hagan parecer afortunado.

-Solo eres una mínima parte de mí, al igual que tus problemas. Eres tú el que debería desagradarme. Viviría feliz sin tener que estar a expensas de cada razonamiento de tu parte. Se puede vivir pensando que todo es obra de los dioses, muchos llevan miles de años haciéndolo y parece irles divinamente. Yo podría ser como ellos. 





2 comentarios:

  1. Que gran potencial. Me gusta este blog. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Si tu eres yo o yo soy tú, a la mierda los dos, por que yo si hago mío lo que me rodea, aunque sólo yo lo sepa, me basta. lo demás no me importa y si tú no lo comprendes no me angustia. No es problema si eres oscurito de piel, el problema sería si eres oscurito de cerebro... aunque dada la importancia de la masa oscura (gris), felíz tú que la reflejas, en eso sí quisiera ser tú.

    ResponderEliminar