A qué viene esto.


Me han insultado de tantas formas y en tantos idiomas que casi olvidé mi verdadero nombre. El insulto a veces fue tan infundado que tuve que dar la razón a mi parlamentario agresor. Hubo ocasiones en las que yo mismo pedí ser insultado para provocar mi propia ira y con ello llegar antes al orgasmo, pero nada, el insulto no acabó más que con la tensión del momento, demasiada verdad destruye leonadas. Recuerdo el más bonito de los insultos que me entregaron, de forma escrita y bien redactada, mediante la línea atlántica desde Baires, provincia del tercer mundo, y que describe así:


Pablo es una película de carnaval,
es fulano, es milanesa con tomate,
mariquita, mastodonte, negro de tal,
es un pantalón, faldón con miriñaque.

Pablo folla a las más putas de las musas
que dan una grasia que no se pué aguantá,
luego escupe verdades como pelusas
porque la vida no le sienta nada mal.

El cabrón de mi amigo me denuncia,
me dice que si tal o peor o cadáver.
Así ya, cualquiera se corta las venas.

Luego se arrepiente, reza escaramuza
con dulzura. Sí, la concha de tu madre,
no vayas ahora a decir que sos mi nena.

Baires, 24 de abril.

Además de esta, fueron muy numerosas las reprimendas del mismo atento amigo. Recuerdo una, en la cual, el muy desgraciado, incluso se insultaba a sí mismo mediante adjetivos que tanto la sartén como el cazo notaban propios. Esa decía así:


Yo con mi estilográfica, tú con tu birome,
yo con mi elegancia, tú con dos cojones,
yo listo para salir, tú espera one moment,
yo con la adelaida, tú con la gorda ivonne.

Soledad nos usa como a dos cabrones,
nos dice que follamos como maricones:
la sensibilidad atrofiada, usted perdone, 
en la cama no solo con la boca se come.

Yo con mi estocada, tú con tus dos pitones, 
yo con sangre frita, tú con chicharrones,
tú para el arrastre de parar balones, 
yo con seis infartos en dos corazones.

Luego pasa lo que pasa, registro los cajones, 
encuentro ojos de oro incrustados en ratones, 
calzoncillos de plata mezclados con condones, 
y lágrimas rayadas como las viejas canciones.

Yo con las dos manos, tú con dos pezones,
yo sin escribir poemas, tú sin tener ilusiones.
yo con la lengua vacía, tú mordido por leones,
y si liamos la marimorena semos dos cabrones.

Por ahora y mientras tanto sigo esperando a que alguien llegue a su altura para al menos sentirme ofendido, no digo más, porque ante todo uno es negro... y por desgracia.

4 comentarios:

  1. El insulto es un arte, como el carnaval de brasil, las historias de los viejos, las mentiras de amor o las borracheras de consuelo a las tantas de la noche.

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  2. Pablo arrasa de nuevo. 29 de May, a las 16:41

    Lo tuyo con el destino
    estaba cantao,
    las vendas de tus manos
    denotan valentía por los cuatro costaos.
    Lástima que a la hora del reparto,
    te llevases la peor parte en el sarao.
    Ni cuando eras un torero con cuernos
    saliste tan mal parao.
    Lo peor de estar acabao
    no es que huelas siempre a pescao,
    ni que folles con feas y putas
    de las del trapo en la cabeza amarrao,
    ni que te hagas las pajas
    completamente desconsolao.
    Lo peor es que en el primer ring te deja K.O.
    hasta un saco de arena inanimao.

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  3. LA MUERTE EN SAMARRA.

    El criado llega aterrorizado a casa de su amo.
    -Señor -dice- he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho una señal de amenaza.

    El amo le da un caballo y dinero, y le dice:

    -Huye a Samarra.

    El criado huye. Esa tarde, temprano, el señor se encuentra la Muerte en el mercado.

    -Esta mañana le hiciste a mi criado una señal de amenaza -dice.

    -No era de amenaza -responde la Muerte- sino de sorpresa. Porque lo veía ahí, tan lejos de Samarra, y esta misma tarde tengo que recogerlo allá.

    Gabo García Márquez.

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  4. Si te sirve de consuelo, el poema iba a subirlo esta noche a modo de nostálgico recuerdo, pero ahora te jodes. Nohombre.

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