@Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de #CesareadeFilipo, y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres @JuanelBautista; otros, @Elías; y otros, alguno de los #profetas, pero hasta ahora nadie retweettea, por si acaso". "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". @Pedro respondió: "Nosotros retweettemos tus tweets y decimos que "Tú eres el @Mesías"". @Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él, que ya arreglaría aquél desaguisado con un tweet políticamente incorrecto, para armar revuelo. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los #ancianos, los #sumossacerdotes y los #escribas para conseguir los suficientes followers; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días si quería llegar a ser Trending Topic. Y les hablaba de esto con toda claridad. @Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás, unfollowme si te incomodo, pero cesa de una vez con tus reprimendas! Porque tus pensamientos no son los de #Dios, sino los de los #hombres".
Los no saduceos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús,y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los no saduceos, en efecto, y los jodíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos con gel de lagarto,el más puro de la época, siguiendo la tradición de sus antepasados;y al volver del mercado, no comen sin hacer primero la susodicha limpieza. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce/latón, dependiendo de la economía de cada cual. Entonces los no saduceos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?".
Él les respondió: "¡Hipócritas!, ¡Desgraciados!, ¡Blasfemos!, ¡Cínicos pecadores! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. (Esto lo dijo para desviar la conversación, es un sinsentido, se ve a leguas, aunque como insulto no está de más)
En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres".
Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Nosotros en cambio, verdaderos creyentes, apostillamos por la fe y el hippismo, con estas manos, de dedos necróticos y sucios, no realizaremos los actos tal cual están difundidos por la costumbre humana, pero son los que Dios, por gracia eterna, usará para que yo acometa la ingestión de alimentos y enfermedades. Enfermedades, que lejos de hacerme discernir de su existencia, la pondrán a prueba y aumentarán mis desmesuradas creencias. Debierais de saber, conste que esto lo digo a modo de visión futurista, que crearé una nueva iglesia, en la que todos podamos alimentarnos con manos impuras. Debierais de saber también que le pondré mi nombre y que Marcos, mi San de cuerpo presente, lo escribirá en su bloc de notas y lo subirá más tarde a blogger. No sin olvidar que vosotros, no saduceos, convenceréis a los demás de que sois buenos administradores de capital, y gobernaréis a modo de mutis el mundo futuro."
Con todo esto dicho, Jesús miró a modo de desprecio a quienes levantaron la voz contra sus actitudes y dijo: "Bueno, nosotros queremos comer, así que si no me queréis el camino es largo y pedregoso, así que tomadlo y desapareced de mi vista, nos tapáis el sol". Y así lo hicieron.