La Melomanía eremita se desarrolla bajo dos pretextos fijos, la música ambiental, ya sea del tipo que sea, y a la actitud anacoreta del oyente. En el ámbito oriental esta tendencia se basa en la acumulación de basura y los juegos online, siendo considerada Hikikorismo, pero ya que contamos con la lejanía del continente asiático y la presencia del objeto musical, consideraremos esta clase de Hikikorismo como una nueva rama occidentalizada.
Habiendo asimilado las consecuencias que derivan de dichos pretextos: Agorafobia, distendimiento muscular, hiperacúsia con tendencias acúfenas y otras tantas relacionadas con la ergonomía somática y la pérdida de sonoridad vocal, vamos a tratar de identificar las acciones que patentan la tendencia como propia.
Para dar constancia de ellas dispondré a enumerarlas de leves a extremas tal y como sigue:
- Abrir una primera cuenta en Spotify con la dirección de correo usual.
- Pasar la tarde del viernes en una habitación iluminada escuchando y balbuceando canciones.
- Acostarse a las tres de la mañana y dejar la música correr con el contador de tu cuenta Open.
- Levantarse a las seis, descubrir que la música sigue oyéndose y abandonar las tareas rutinarias para quedarse en la habitación sin un sentido claro hasta que la cuenta Open llegue a 0.
- Abrir una segunda cuenta en Spotify con la dirección de correo alternativa.
- Dejar a un lado las citas con amigos y pareja y escuchar música sin balbucear nada. Es aquí donde se comienza a sobrepasar la línea entre escuchar y oír.
- Pasar todo el día en una postura estática, dibujando, leyendo o hablando vía Msn mientras una continua banda sonora ameniza la habitación.
- Continuar las acciones anteriores también durante la noche, sin caer en la cuenta de que el volumen de la música no es agradable para todos.
- Cerrar ventanas, persianas, cortinas, puertas, apagar luces y mantenerse en jaque con el cansancio mientras abres una nueva cuenta de correo.
- Usar la nueva cuenta de correo para abrir otra homóloga en Spotify.
- Cercionarse de la diponibilidad de música abriendo sendas cuatro cuentas para contar así con 80 horas mensuales de música.
- Y cómo no, abandonar todo contacto con el exterior, instituto, relaciones amorosas, amistosas y familiares, para, como colofón, postear sus últimas 96 horas a modo de enfermedad global.
Hasta aquí ha llegado mi actual estudio tendencioso, el cual espero terminar en no más de dos días laborables. Comentaré las novedades que vayan surgiendo sobre la marcha.
Actualización Nº1: He olvidado la imagen, tranquilos, todo arreglado. (No sé a quién tranquilizo, sólo leemos este blog tres personas y no solemos inmutarnos por una imagen).
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