Tendencias: Disconformidad estival.
Llegado el verano el ser humano experimenta un ascenso gradual de falta de confianza en cuanto a cualidades, lástima que físicas y no mentales. La autoapatía llevada a cabo durante las demás estaciones pasa a segundo plano a proporción de ropa quitada por requerimientos térmicos.
Ésta situación favorece el apogeo de negocios dedicados al culto del cuerpo y la coloraterapia, la búsqueda del cuerpo perfecto y la tostadura dermal arremete contra las listas de espera de gimnasios, spas y esteticienes rollizas. ¿Quién dijo crisis?
En cuanto a la tendencia en sí sólo encuentro dos tratamientos, ser tendero o atendido. Con ello incluso los feos tienen un papel, pueden montar negocios, y yo, mientras tanto, voy buscando precios asequibles para coger moreno.
Ah, respecto a las dietas milagro sólo tengo buenas palabras, llevo seis meses comiendo carne sin proteínas, patatas sin almidón y leche sin calcio y sumé a mis cincuentinueve kilos dieciseis gramitos, no digo más para no despertar envidias.
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